“La pobreza no se combate regalando. Se combate enseñando. Dándole oportunidades a las personas para que tengan acceso a la educación, acceso a la salud.”
«Mi esposa y mis hijos son el motor y la fuerza de lo que desarrollo día a día para transmitirlo a los demás. Eso es lo básico en mi persona. Gracias a ellos y a Dios, estoy donde estoy.”

Licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma del Estado de México, Julio Ortiz Mena, es un hombre que no solamente es empresario, sino que persigue diariamente la creación de condiciones que generen un cambio en la sociedad a través de la Fundación Ortiz Mena. Preocupado por la educación de las nuevas generaciones de mexicanos y el aprovechamiento de los recursos autosustentables a favor del medio ambiente, así como por incentivar estrategias que permitan un mejor crecimiento de la economía, hoy nos permite conocer un poco más sobre su labor a través de una charla exclusiva con la revista TreceVeinte.net

-¿Cómo le ha permitido su experiencia profesional adentrarse en las necesidades sociales?
-Bueno, me he dado cuenta de los problemas y dificultades que tiene la gente para acceder a la justicia social. Es un hecho evidente. Las leyes se han ido reformando, medianamente, para que todos tengan acceso a una gestión correcta y adecuada. Aunque existen aún abusos: en las cárceles, en los trámites de gobierno. Y a la fecha existen prácticas de corrupción fuertes, en las que estoy en desacuerdo. Al contrario, hay que promulgar las circunstancias para que, por ejemplo, los trámites de gobierno, se cumplan conforme marca la ley; nada más. Ni más ni menos. En concreto, si yo necesito llevar un documento para recibir una constancia o para poder obtener un permiso, pues yo sólo debo cumplir con los requisitos. Y de ninguna manera estar sujeto a términos y condiciones o plazos por no cumplir con una determinada economía.
-¿Cuáles son los retos a los que se enfrenta diariamente para encaminar la fundación Ortiz Mena A.C en su tarea de ayuda a la sociedad?
El principal está encaminado para que la gente tenga acceso a los servicios de salud. Por ejemplo, en el norte del país, no quiero mencionar nombres de empresas que contaminan de tal manera, pero el agua es muy sucia: contiene sustancias que a la fecha, y la gente lo sabe, produce cáncer. Entonces, si ustedes hacen un estudio, se darán cuenta de ello. En Monterrey, y en otros estados del norte, esta enfermedad va en incremento. Entonces, la fundación se ha preocupado por atender y brindar apoyo a estas personas, además de cumplirles también sus últimos deseos.
Tampoco hemos dejado de luchar para proporcionarles Seguro Social y para conseguirles medicinas. Tratamos de apoyarles en su economía para que puedan acercarse a opciones de tratamientos diferentes. Y si podemos hacer lo posible para que puedan encontrar opciones que les permitan sobrevivir a esta enfermedad, pues dárselas.

En cuanto a la parte del sureste, existe otra realidad: me doy cuenta de que los niños no tienen tanto acceso a la educación. En Yucatán, precisamente, el gobernador está luchando por implementar programas sociales en donde la gente acceda a la escuela. La educación en ese lugar, desde la perspectiva familiar, va arraigada a que los niños no vayan a la escuela; o bien, que las escuelas se encuentran en condiciones deplorables por falta de recursos económicos. No tienen condiciones de ningún tipo para que los alumnos continúen con sus estudios. ¿Qué hacemos nosotros? Les proporcionamos mobiliario, libros, equipo de cómputo; todos aquellos recursos que les permitan salir adelante. Si en las escuelas particulares les dan o les obligan a comprar un iPad, y realizan exámenes, tareas e investigaciones vía internet, todo muy moderno, pues aquí vemos cómo podemos acoplarnos a esas nuevas estrategias. Entonces, esos son los retos que la Fundación Ortiz Mena A.C tiene. Luchamos para que todos tengan acceso a la educación. Creemos que con una buena educación hay un mejor crecimiento del país.

-¿Qué satisfacciones y logros ha obtenido al dirigir la fundación?
-Primero y antes que nada, que mi familia vea y comprenda que lo que yo encabezo, no lo podría hacer sin ellos, sin su apoyo. Mi esposa y mis hijos son el motor y la fuerza de lo que desarrollo día a día para transmitirlo a los demás. Eso es lo básico en mi persona. Gracias a ellos y a Dios, estoy donde estoy.

-¿Cuál considera el problema más grave que enfrenta nuestro país en la actualidad?
–Sin duda, la corrupción. Definitivamente.
-¿Cree que exista algún remedio definitivo para erradicarla?; ¿qué deberíamos hacer ante este mal?
-Darle crédito al presidente de la república. Yo soy apartidista, pero tengo fe. Mira, la definición de loco consiste en hacer lo mismo esperando un resultado diferente. Eso es algo que han hecho todos los políticos. Y toda la gente piensa que ésa es la solución. Por eso hay que hacer algo diferente para lograr avanzar.
-En la actualidad, en el campo de la filantropía, existen diversas fundaciones que contribuyen a frenar la pobreza. ¿En qué se diferencia la Fundación Ortiz Mena del resto?
-En que nosotros no solamente como fundación damos, sino que intentamos ayudar para que la gente se supere. La pobreza no se combate regalando. Se combate enseñando. Dándole oportunidades a las personas para que tengan acceso a la educación, acceso a la salud. Es primordial que se sientan seguras de lo que hacen, de que no se sientan menos. La Fundación Ortiz Mena tiene la obligación o tiene como fin impulsarlos. Porque es más sencillo que la gente estire la mano y diga: “Necesito para comer”. Y nosotros buscamos la generación de economía para impulsar, para que ellos entren a una cadena productiva. Y no creemos en manos que se estiran para pedir, sino en manos que trabajan. Creemos en seres humanos que se comprometen. Y es así nuestra misión: generar una cultura y conciencia del trabajo.

-En concreto, ¿qué planes ambientalistas tiene para la Riviera Maya?
Estoy impulsando sobre todo la cultura de vivienda autosustentable. Que el desarrollo de vivienda vaya acorde al respeto por la naturaleza; no la destrucción total, no a donde llegas y barres con todo cuanto existe. Porque, por ejemplo, la gente le tiene miedo a las víboras, a las tarántulas e intenta exterminarlas. Yo lo que busco y propongo, es el desarrollo equilibrado como el uso de páneles solares o la utilización de aguas pluviales. Me parece importante aprovechar el entorno para crear un ambiente autosustentable hasta en la alimentación, ya que puedes sembrar y cosechar lo que llevarás a la mesa; así ayudas a la economía. O bien consumir la producción local, y así ayudamos a la gente. No necesariamente debes mandarlo traer de otras regiones. En México tenemos lo mejor de lo mejor. Por ejemplo, Yucatán ocupa los primeros lugares en la producción de cerdo. Entonces, debemos impulsar y aprovechar esta realidad: consumamos productos locales. Y con eso elevamos la economía, la meta es crecer.

El Lic. Julio Ortiz Mena se ha comprometido con la ecología y el progreso de la educación. Seguiremos de cerca el desarrollo de estas iniciativas y trabajos que a través de la fundación que preside proyectan un mejoramiento de la sociedad.